Historia de la vida de
Lucio Anneo Seneca Efpañol, de Juan Pablo Martyr Rizo (Madri, 1625). Si las
nieblas –cuyo ligero celaje es más movedizo en atardeceres decembrinos como
este– no embaucan mi memoria, vino desde Sevilla a Málaga ya para más de cuatro
décadas atrás. Lo adquirí en el mercadillo de ‘El Jueves’ de la calle Feria,
junto a una vida de Cicerón, y lleva todo ese tiempo en mi biblioteca. El sello
pulcramente disipado arrebata conocer cuál fuera su hogar antes de ella; alguna
conventual, privada o pública, o tal vez universitaria… ya no lo sabré. Este
ejemplar haría el número seis u ocho de los raros o antiguos que en aquellos
días la formaban y en cuyo despoblado fue el tiempo construyendo primero aldehuela
y luego villa.
Su lectura tiene esos años;
fragancia de educación del príncipe, aroma de virtudes y mucha historia romana,
con algunos menoscabos de leyenda y varios quebrantos por indecisiones.
Hoy releo en él con otro designio;
indago líneas desiguales: busco en líneas impares. Y aquí las encuentro. Una es:
“que dode interuiene el poder, ocupa la razón del derecho jufto“, Y otra, ésta:
“q es propio de la naturaleza humana sentir co menos paciencia el defprecio q
el daño, y no es marauilla, porqu la hazienda y las heridas alcançan a la parte
del cuerpo, mas las ofensas del desprecio penetran el animo, donde eftà
colocado el honor”
Y cuánto gozo al leer…
J. C. G.