Siendo joven profesor de ‘Derecho Natural y Filosofía del Derecho’, cuya denominación luego cambió a ‘Filosofía del Derecho, Moral y Política’ y algo después a ‘Filosofía del Derecho’, designada ahora en mi universidad ‘Filosofía del Derecho y Teoría del Derecho’, comencé una colección de manuales de la asignatura. En mis tiempos de PNN –Profesor No Numerario– humillé más de una vez la contundencia de mi dieta alimentaria para adquirir alguno de ellos….He reunido ya por encima del medio centenar de obras entre los s. XVIII y XX –de éste último hasta la primera mitad– tanto españolas como de otros diferentes lugares de Europa. Son ediciones cuyo destino escolar las ha ido haciendo cada vez más ‘raras’, de modo que a veces su hallazgo ha resultado fruto del albur en combinación con lo milagroso. Para formar esa pequeña colección he seguido siempre vías lícitas, aunque debo confesar que no siempre sin total remordimiento. Con la imagen anexa noticio la más reciente entrada a mi biblioteca, que me llega desde Portugal.
Carlo Antonio de Martini, o también Karl Anton von Martini, natural de Revo (Trento, Italia), que tomó carta de naturaleza austriaca y vivió entre los años 1726-1800, habría de constituir uno de los más representativos exponentes del iusnaturalismo austriaco. Influido, sin duda, por la doctrina de predecesores como Grocio o Pufendorf, superó, no obstante, aquellas mediaciones para adquirir, no sin motivo, rasgos de singularidad; así, en punto a la superación de las posiciones más conservadoras del Derecho natural de su época. En ese sentido, Martini postuló la equiparación –al menos en el plano teórico, que no era poca cosa para aquel tiempo– de los derechos y deberes ente los cónyuges en todos los aspectos de la vida familiar, arguyendo como como razón decisiva el principio de dignidad. Su preponderancia fue escasa en España; ser católico, además de iusnaturalista reformista y progresista en la primera mitad del s. XVIII español no concitaba el entusiasmo general. Parece que sí –y bastante más, por el contrario– en otras naciones europeas. Muy considerado en la corte austriaca lo fue también en Portugal, donde su obra –ésta que reproduzco en particular– pasó a convertirse en el manual de la asignatura de Derecho natural tras la reforma universitaria de 1772. Las inclinaciones del Marqués de Pombal hacia el josefinismo austriaco lo favorecieron, así como los contactos personales con Martini en Viena durante la estancia de aquél allí el año 1745 en calidad de diplomático fueron el germen nutricio.
MARTINI, Caroli Antonii. DE LEGE NATURALI EXERCITATIONES SEX, Confluentiae: Sumtibus J. C. Huber, 1781, 292 pp.