El Decálogo, por sus rasgos providencialistas y su acaecer ‘desde el Altísimo’ –una Escritura sobrevenida en ‘la cumbre’–; es decir, como el adviento de una Ley cimera que, recibida por Moisés –él, un constructor de pirámides– desciende hasta el pueblo congregado a los pies del Monte Sinaí, bien podría ser presentado como ethos fundacional de un modelo, avant la lettre, de Constitución ‘otorgada’, en la que su Escritura restringía –limitaba y ceñía– la contingencia moral (y jurídica) a lo escrito como Letra de la Ley.
(Notes in progress)
J. C. G.
Moisés recibe las Tablas de la Ley
Marc Chagall (1934)
Musée Marc Chagall, Nice, France.