La escritura del
pensamiento – MICRAS de José Calvo
González
Micras, Málaga: Cedma (Diputación de Málaga), 2015, 176 pp. ISBN: 9788477859215
José Calvo
González, Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Málaga, no
es un jurista al uso, sino un pensador del Derecho preocupado por encontrar
siempre y mantener el lazo originario del mundo jurídico con el ámbito de la
cultura. Si la formalización del Derecho a partir del siglo XIX, con todo el
aparato dogmático, ha perseguido desarrollar un mundo jurídico hipertecnificado, cuyo culmen ha querido
ser el pensamiento analítico heredero de Kelsen y su Escuela, Calvo González ha
desplegado una dilatada investigación en la que la integración del Derecho en
el terreno más vasto de la cultura aparece como una constante (como decía el
jurista belga François Rigaux, el Derecho es una parte de la cultura). Sin
duda, su tarea más minuciosa y dedicada ha estado en el campo de lo que se
conoce como Derecho y Literatura, con
distintas variantes, entre las que no es la menos importante la que concibe y
analiza el “Derecho como literatura”, donde ha hecho sustanciales aportaciones.
Con todo, también ha desarrollado su investigación en el terreno de la
antropología jurídica, con una gran lucidez en el descubrimiento de las
dificultades de entendimiento de ambas disciplinas, hasta el punto que deben
considerarse algunos de sus trabajos como de obligada lectura para cualquier
jurista que quiera hacer una incursión productiva en el terreno de la
antropología. Y con este bagaje, el merecido reconocimiento del mundo oficial
del Derecho no le ha faltado, pues en fechas muy recientes ha recibido la Cruz
Distinguida de primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort, por su
dilatada trayectoria.
Justificada
tan extensa presentación por la necesidad de contextualizar adecuadamente a
nuestro autor, mi interés está en reseñar este hermoso libro que lleva por
título Micras, recientemente llegado
a mis manos, y que resulta ser una incursión de Calvo González directamente en
el terreno literario, donde ya tiene significativos antecedentes, como son Una mano de tinta (2002), Objetos de escritorio (2006) y Trazos & Trizas (2007). El título, Micras, alude al carácter de textos
breves o fragmentarios que lo componen. Así, aparecen piezas concisas,
escuetas, herederas de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, junto a otras
aforísticas de carácter sapiencial, en estos tiempos tan privados de sabiduría,
e incluso poemas visuales sugerentes y libres de prejuicios formales.
El texto lo
componen doce arbitrarios capítulos, en los que se hace notar la nominación
latina en la mayor parte de las ocasiones, a los que se añade un Postscriptum. La arbitrariedad a la que
aludo tiene que ver con el capricho en sus dimensiones, que en un determinado
sentido recuerda a los criterios clasificatorios de animales de Borges, donde
su fundamento responde a pautas caprichosas pero enormemente sugerentes. El
primero, y más largo de todos los capítulos, lleva por título Sola Scriptura, donde un sentido poético
recorre los generalmente brevísimos textos alrededor de la escritura, aunque en
ocasiones establece un mayor desarrollo que permite un despliegue narrativo de
cierta profundidad, como aquellos textos en los que se dialoga con la tradición
literaria u otros de forma aforística. Metáforas, paralelismos, juegos de
palabras, paradojas, relecturas de la puntuación, una reinterpretación de la
escritura que posibilita hallar imágenes y visiones de la realidad que
sorprenden y se vinculan en no pocas ocasiones con el surrealismo. Hay incluso
algún poema visual.
El resto de
capítulos son mucho más breves. El segundo, de título De verbo, et nominibus, et lege, se dedica a la expresión verbal,
manteniendo el juego de textos breves y un poco más largos, con una riqueza de
técnicas y soluciones que lleva al lector a la sorpresa y la reflexión. El
brevísimo capítulo tercero de título Papiroflexias
se detiene en barcos y pajaritas y conduce a un cuarto capítulo, también de
mínima extensión, titulado Papelería,
donde las evocaciones, las metáforas y las imágenes escritas a modo de poemas
visuales se imponen. Sirva un ejemplo:
“¡Sorpresa! Y la Literatura se levantó del papel
plantándole cara”.
El capítulo
quinto, también muy breve, Hermenéutica
del sentido, inicia una serie en la que los capítulos llevan títulos aún
más abstractos y conceptuales. El capítulo sexto, Teoría del cuento, desarrolla en seis textos breves y otros dos por
añadidura una singular teoría que no debo desvelar sobre la narración y sus
problemas, por ejemplo de paginación. Epistolario,
con un solo texto de tres líneas, constituye el séptimo capítulo, donde una
carta es recibida por avión. El octavo capítulo, Lecturalia, se detiene, es un decir, en la lectura, a través de
otro breve texto sobre lectura y resurrección.
El capítulo
noveno, de título Errata, sed non
corrigenda, se inicia con un poema visual “dadaísta”, que hace pensar si es
“errata” o juego deliberado de confusiones (como dijera Aldo Pelegrini, el
introductor del surrealismo en Argentina, “para contribuir a la confusión
general”). Las erratas permiten un juego de sentidos diversos que además de
hacer sonreír, llevan a la reflexión. El capítulo décimo, Musica libera, vuelve a contener un solo texto.
Pro-Letrario. Para-Abecedarium, el
capítulo decimoprimero, acoge poemas o textos visuales basados en un juego de
letras mucho más que de palabras, en una recreación de interpretaciones y
sugerencias, donde a veces los textos incluyen o se transforman en greguerías
visuales. El último capítulo propiamente dicho, si cabe considerarlo así, sería
el decimosegundo, que lleva por título Praescripta
calligraphica, dedicado a la caligrafía, y que se funda de nuevo en la
agudeza de metáforas, paralelismos, juegos de palabras, paradojas, relecturas,
reinterpretaciones, etc.
Y queda, para
finalizar, el ya mencionado Postscriptum.
Un único texto, Estampa, cuyo
contenido juega con ser concisión y resumen del libro. Recojo un pasaje:
“(…) No, era raro. Mejor dicho, era singular, inusual,
impar, insólito, original, extravagante, anómalo, extraño y todo a un tiempo.
Esto es, raro, esencialmente raro. Era raro, o sea raro”.
Una aportación
literaria que puede decirse que habla de la “escritura del pensamiento”. En su
juego de palabras, letras, imágenes y sentidos, este texto de José Calvo
González expresa una enorme inteligencia. Constituye un discurso sobre la
dialéctica entre forma y contenido de nuestra expresión. Recoge un enorme
conocimiento del verbo y hasta una teoría del conocimiento de la escritura en
un momento de gran banalización y uso de apócopes para las redes sociales. Un
texto de enorme profundidad sobre nuestra tradición escrita y literaria. Una
aportación impagable sobre la normativización y el lenguaje, como antes decía
citando a Aldo Pelegrini, si se me permite, “para contribuir a la confusión
general”.
Dámaso Javier Vicente Blanco
Universidad de Valladolid. España
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La escritura del pensamiento – MICRAS de José Calvo González, por Damaso Javier Vicente Blanco (Jun 25, 2017), en Subverso. Isla de libertad crítica, literaria y cultura [ISSN 2444-7471. Revista editada desde Valladolid por la ‘Cátedra Miguel Delibes’ (Graduate Center de City University of New York (CUNY) y Universidad de Valladolid)]
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