La devastación
de Alepo es una instructiva lección de filosofía política hobbesiana. Ilustra, con
meridiana claridad, la idea de ‘estado de naturaleza’, de la condición natural
del hombre, del Homo homini lupus est. Allí, esto es, en
Alepo, donde sólo existe«permanente miedo y peligro
de muerte, y la vida del hombre es solitaria, miserable, sucia, horrible y breve».
La
imagen verbal es una plantilla de fehaciente anticipación:
«In such condition there is no
place for industry, because the fruit thereof is uncertain, and consequently no
culture of the earth, no navigation nor use of the commodities that may be
imported by sea, no commodious building, no instruments of moving and removing
such things as require much force, no knowledge of the face of the earth; no
account of time, no arts, no letters, no society, and, which is worst of all,
continual fear and danger of violent death, and the life of man solitary, poor,
nasty, brutish, and short.»(The Leviathan,Part i. Chap.XIII. ‘Of the Natural Condition of Mankind as
Concerning Their Felicity and Misry’)
Siria –la Guerra
de todos contra todos- es paradigma de ausencia de Estado de sociedad. El lugar
desprovisto Estado al que le sobra Nación, le sobran Naciones. Oriente Medio arquetipo
–no platónico– de un esquivo curso de la Historia, con capital en Alepo.
J.C.G.
