“Una imagen de Proust”, el ensayo de Walter Benjamin en 1927 que abre los reunidos para Imaginación y Sociedad. Iluminaciones I (Pról., trad. y notas de Jesús Aguirre, Taurus, Madrid, 1980), alude a cartas proustianas cuya redacción “infinitamente ingeniosa y ágil” se recuerda en el “legendario” esquema de la siguiente:
Marcel Proust
“Distinguida, respetada señora, advierto ahora que olvidé ayer en su casa mi bastón, y le ruego que se lo entregue al portador de esta carta.
P.S.: Disculpe Vd., por favor, la molestia; acabo de encontrarlo”
“¡Qué ingenioso era en las dificultades!”, suscribe Benjamin (p. 25).
Walter Benjamin
Encuentro que agudeza semejante fue igualmente proverbial de Macedonio Fernández.
Macedonio Fernández
La edición anotada de Carlos García a Macedonio Fernández Joge Luis Borges. Correspondencia, 1922-1939. Crónica de una amistad (Eds. Corregidor, Buenos Aires, 2000) incluye el texto de una carta dirigida a Borges entre septiembre y noviembre de 1922.
En su párrafo central se lee (p. 1):
Jorge Luis Borges (muy divertido)
“Estoy preocupado con la carta que ayer concluí y estampillé para vos; como te encontré antes de echarla al buzón tuve el aturdimiento de romperle el sobre y ponértela en el bolsillo: otra carta que por falta de dirección se habrá extraviado. Muchas de mis cartas no llegan, porque omito el sobre o las señas o el texto. Esto me trae tan fastidiado que te rogaría vinieras a leer ésta en casa”
Macedonio… ¡tanto ingenio en la sencillez!
© J. C. G.