El 11 de septiembre de 1967, en La Facultad de Derecho de Coimbra, durante la sesión inaugural del Colóquio comemorativo do “Centenário da Abolição da Pena de Morte em Portugal”, Miguel Torga, pseudónimo de Adolfo Correia Rocha (São Martinho de Anta – Vila Real, 12 de Agosto de 1907 — Coimbra, 17 de Janeiro de 1995), dijo:
A tragédia do homem, cadáver adiado, como lhe chamou Fernando Pessoa, não necessita dum remate extemporâneo no palco. É tensa bastante para dispensar um fim artificial, gizado por magarefes, megalómanos, potentados, racismos e ortodoxias. Por isso, humanos que somos, exijamos de forma inequívoca que seja dado a todos os povos um código de humanidade. Um código que garanta a cada cidadão o direito de morrer a sua própria morte.
La tragedia del hombre, cadáver que se demora, como lo llamó Fernando Pessoa, no necesita de un fin extemporáneo en este escenario. Carga con un lastre suficiente por sí como para proporcionarle un fin artificial, diseñado por matarifes, megalómanos, potentados, racismos y ortodoxias. Por eso, puesto que somos humanos, exijamos de forma inequívoca que se proporcione a todos los pueblos un código de humanidad. Un código que garantice a cada ciudadano el derecho de morir su propia muerte
Miguel Torga, PENA DE MORTE. (Texto em português, francês, inglês e alemão), Gráfica de Coimbra, Coimbra, 1967, 28 pp.
La traducción española del texto completo de su intervención, a cargo de Carlos López Keller –Álvarez, fue publicada en el núm. 37, 2000, pp. 3-5 de la revista Jueces para la democracia. Disponible en: